Esta tarde (16:15, El Alcoraz) se cruzan dos puntos estratégicos. Borja Jiménez quiere que el Sporting se parezca al de la primera parte contra el Eibar: proactivo con balón, valiente para defender arriba y con la sensación de que puede ganar “en cualquier campo”. Al otro lado, Jon Pérez Bolo pide un Huesca que rompa la dinámica desde el inicio: intensidad, valentía y un equipo que no entre “a ver qué pasa”, sino que marque el tono del partido desde el primer minuto.

El guion que propone el Sporting

Borja baja el discurso al día a día: en Segunda, dice, lo razonable es competir y llegar “vivos a los diez últimos partidos”. Nada de fijar metas ruidosas en noviembre; sí de crecer y sostener hábitos. Sobre nombres, Juan Otero ha entrenado con normalidad y la decisión queda para el último momento (si no, “probablemente la semana que viene”). Pablo García se detiene a tiempo para no forzar y acelerar su recuperación. Y un apunte sobre el escenario: El Alcoraz es uno de los campos más difíciles de la categoría, con un rival que encara su segundo partido con técnico nuevo.

La respuesta que busca el Huesca

Bolo asume la situación del equipo —racha negativa—, pero pone el foco en casa, donde los oscenses han sacado la mayor parte de sus puntos. Su mensaje es simple: plan claro, entrada fuerte y una grada que empuje. Reconoce virtudes del Sporting : “los equipos de Borja: fiables atrás, buenas transiciones y estrategia”, y fija el objetivo en hacerles el partido difícil desde los duelos y el ritmo.

Lo común entre ambos discursos

Ambos coinciden en la salida del partido como tramo clave: para el Sporting, mandar con balón y robar alto cuando se pueda; para el Huesca, imponer intensidad y no conceder el primer golpe. También comparten una idea de fondo: la construcción pesa más que el titular. Borja habla de estabilidad y crecimiento; Bolo, de conceptos que ya se van asentando con más sesiones. Y los dos aceptan que el estadio condiciona: en El Alcoraz, el factor local se nota y exige personalidad al visitante.

En resumen: campo exigente, rival necesitado y un Sporting que se mide a sí mismo lejos de casa. El resultado dirá, pero las previas dejan una verdad compartida: hoy se juega mucho en los primeros veinte minutos y en cómo cada equipo sostenga su plan cuando el partido se parta.

Hoy toca competir y volver con puntos: lo demás lo pone la afición sportinguista!